" Ese ruido de algo blando que cae. El susurro suave del papel. Los pequeños gruñidos involuntarios. La imagen singular de un anciano ante el inodoro de la pared, la manera en que se coloca allí, asienta los pies, apunta y deja escapar un suspiro intemporal del que uno sabe que no es consciente. Aquel era su ambiente. Estaba allí seis días por semana. Los sábados doblaba turno. Esa sensación irritante que produce la orina mezclada con el agua. El susurro invisible de los periódicos sobre los muslos desnudos. Los olores. "
algo me estremece cuando pienso que ese niño algún día saldrá de ese arcén para cruzar la carretera. Me gustaría recordar el momento justo en que pisamos esa raya blanca
ResponderEliminarBuena entrada