aunque las tripas de las palomas
y los posos del café digan de ti
barranco y vía muerta...
A.
Pensábamos que el amor sería
eso que llega un día y te acorrala
con artes de ladrón cortés
que aprieta y con marfiles de escualo
te vuelve el verde de los ojos témpera cuarteada.
El amor que te acicala y te torna dulce hasta el estrépito,
te afeita la pena y se fuma la canas.
El amor de sobremesa,
que es suave y te conversa en silencio
mientras usamos nuestras pieles como mantas.
Fábrica de miradas dulces mojadas en ideas perversas.
El amor que entiende de teléfonos que no se cuelgan,
que se suicidan cuando te callas.
El amor tenía piernas que te bailaban
y geishas que te leían la mente, gloriosas y extrañas.
Te volvía poderoso,
adicto a la metralla de besos señuelo
doctorado en el épico deambular sonámbulo
que no conoce quicio ni escalón.
Que era aquello que troca algo en ti
y de ser un desvalido boxeador de golpes desarbolados a la nada
pasabas a ser un romántico con agallas.
Y lo es, el amor es todo eso,
y sin embargo,
el amor también puede ser una noche larga
moviéndose como un buque bañado en lágrimas
en mitad de una tormenta.
Y puede ser un romance en la bodega sin ver la luz
catando vinos prohibidos, ebrios de vida,
haciendo magia con poca cosa,
tan poca cosa como nosotros mismos.
El amor te baila, te edulcora y te acorrala suave-fuerte. Bueno, eso es lo que queremos que haga, pero a veces si es una noche larga que sigue pese al fin de la tormenta, con algo malo hemos topado.
ResponderEliminarUn abrazo.
bonito homenaje a uno de los filos cortantes de la poesía en un día en el que las rosas rojas ya a esta hora empalagan, y aún queda. sin embargo, tus palabras no empalagan nunca, aunque no se cansen de decir lo mismo, siempre con imágenes tan intensas y distintas. abrazo
ResponderEliminarAparte la magia y un vino prohibido, poco más es sino punzadas que agrietan el músculo latente.
ResponderEliminarPoco más, que el tiempo no haya dejado prefabricado y a punto de abandonar, por inservible.
Poquito más, lo sabía.
¡Pero amor sea amor
y bien se encante!
Abrazos grandes
A riesgo de pecar de intransigente, dijera yo que es el amor amor y nada más. Ocurre que a veces hay que llamar unicornio a un caballo de cornúpeta sombrero por puras ganas de vivir. Acaso vivamos de eso los poetas, qué sé yo...
ResponderEliminarSí sé que es amor-que-amor-es lo que mereces. Eso sí lo sé. Muchos besos.
ResponderEliminarDespués de leerte, missdesastres, no puedo más que felicitar con estrépito a la autora de esta belleza de escritura.
Ah, y decirte que considero un acierto total, el cómo casas fotografías y poemas.
Saludos con afecto.
Sete
Que el amor llore, que el amor se comparta en otro cuerpo, que el amor hable o que sea soledad hecha silencio. Pero que sea.
ResponderEliminarEste poema es lleno de amor.
Precioso.
Besos!
También puede ser eso, estoy seguro. Maravilloso.
ResponderEliminarEl amor,traicionarse a uno mismo.
ResponderEliminarQué buen poema de amor, de verdad, y mira que es raro que yo diga semejante cosa.
ResponderEliminar¡qué grande es Julia Roig y una parte del mundo no lo sabe!
ResponderEliminar¡Aún no lo sabe!