Una muerte por amor que resucita a cada instante, cada minuto, cada día. Sin poder evitar esa ruptura traumática y a la vez la hermosura del reencuentro. Me gustó mucho, Ann@
He intentado arrancar esa página llena de luz imágenes y palabras, esa artesanía del 11 de noviembre, plasmada en la pantalla de mi monitor, pero sólo he conseguido arañarla y romper algunas anillas del cuaderno de tu blog. Lo siento porque pensaba ponerle un marco de piel resucitada, estampada de calas y soles para este otoño húmedo y triste. Ya me veo mañana yendo a las rebajas del Corte Inglés para comprarme a crédito un nuevo monitor que no esté rallado y lleno de arañazos. La culpa es tuya. Te odio
Hermosa resurrección.
ResponderEliminarInevitable pleamar que sigue, siempre. Saludos.
ResponderEliminarHola Amiga,
ResponderEliminarUna muerte por amor que resucita a cada instante, cada minuto, cada día. Sin poder evitar esa ruptura traumática y a la vez la hermosura del reencuentro. Me gustó mucho, Ann@
He intentado arrancar esa página llena de luz imágenes y palabras, esa artesanía del 11 de noviembre, plasmada en la pantalla de mi monitor, pero sólo he conseguido arañarla y romper algunas anillas del cuaderno de tu blog. Lo siento porque pensaba ponerle un marco de piel resucitada, estampada de calas y soles para este otoño húmedo y triste.
ResponderEliminarYa me veo mañana yendo a las rebajas del Corte Inglés para comprarme a crédito un nuevo monitor que no esté rallado y lleno de arañazos. La culpa es tuya.
Te odio
inmenso abrazo de rescate.
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