Dime, porque exhibir la alegría con
grandes sonrisas que llenan rostros si a mí me ilumina este dolor. Y cuando la
noche tirante vuelca como jarros la esperanza me aprendo más que nunca. Más
profundo, ahí, en el núcleo de la pena tensa que me arranca acordes de
escalofrío y placer. Ahí donde forjamos una historia de hambre, donde tocamos
hueso porque nos atravesamos. Porque te estoy intentando mucho y todo son
sombras de agua. En ese gesto que no me has visto se ha escapado el amor y
ahora regresa envuelto en noche y se transforma en tus manos en lo que tú
deseas como un barro hermoso que te mancha. Puedes llenarte de mi carmín,
llenarte de mi ropa, llenarte de mi pulso, de mi piel, de mis vacíos, de mis
vicios hasta que no te quepa más. Y que la vida te haga frío y te haga muerto
hasta que en los márgenes mi voz te arrulle y con las palabras más violentas,
revivirte sea un hecho. Porque te revivo con puños y el alma embrutecida.
Porque nacimos ensangrentados y cubiertos de llanto, aunque algunos lo olvidan.
Porque de tanta pureza que buscan, de tanto que resplandecen, se vuelven
invisibles. Podemos armar un puzzle de soles, música y caricias, pero no
seremos nosotros. El mar no se contiene. Somos raíces vivas golpeando el
viento. Y somos caídas hermosas. Somos la melancolía que muta y se vuelve
poema. Vómitos líricos en courier. Viviendo en los bordes del amor, preñados
de abismo. Porque no, no son los cantos los que nos remueven por dentro, ni
las noches sin fiebre, ni los lagos espejo. Son los jadeos metálicos y la tos
de sangre, es la angustia que enterramos en la arena y se retuerce, es el miedo
a estar muertos ahora, es el dolor que habita otros cuerpos, las amarras que
decoran y no oprimen, no ser capaces de temblarnos con la mirada y el terror a que la vida
sea algo incierto.
la luz es tan sólo el descuido de una mentira, no debemos tomarla muy en serio.
ResponderEliminargrande miss.
inmenso abrazo.
Si este blog es un Sol de matices, esta entrada es la umbra de sus manchas, de la que fluyen las tempestades de plasma que cincelan nuestras auroras.
ResponderEliminarBesos
Si que la vida es incierta...el dolor no nos ilumina, nos arruina.
ResponderEliminar¡¡¡Bravo!!!... para qué añadir más... Un abrazo.
ResponderEliminarUff. Me has sobrepasado.
ResponderEliminarEl primer dolor nos lo inflingió el aire, y después lo secundó la luz...Arrolladora prosa. Me encantó. Bicos, Miss
ResponderEliminarEl dolor que habita otros cuerpos...
ResponderEliminarJo-der.
Qué bonito de leer¡¡¡
ResponderEliminarbesos.
Tus palabras me han acariciado, me han golpeado, me han hecho verme dentro de su laberinto de significado y sensación oscura. Adoro encontrar rincones con palabras así. Seguiré volviendo a leerte; es un placer.
ResponderEliminarHasta pronto.
preciosas palabras.
ResponderEliminarbesos
Ese vivir en la cornisa...
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