el vacío es sólo un sueño invertido en el que todos nos ahogamos. condenados a las horas vacías de escalofríos y deseos enmohecidos donde idiotas sabios recorren el erial, buscando el amor perdido entre las ruinas...
y el amor no es sino un intercambio de saliva entre cadáveres perfumados que pretenden acelerar su propia destrucción y mostrar sus heridas bajo los focos de un charco luminoso.
buscas las mentiras de la carne, una mera caldera de tripas con el don de vertir lágrimas.
veo a amantes aprovechar su propia enfermedad, explotar su desequilibrio con violencia y habilidad en el salón de la sangre y las tripas, el osario de los sueños, donde los extremos de pasión y éxtasis se rompen como un obseso, una ausencia, un abismo oscuro que sigue al delirio.
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