malditos sean los curiosos y que los malditos sean curiosos:
la esencia de la poesía es una mezcla de insensatez y látigo...
....el gran Hank

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jueves, 4 de octubre de 2012

antes de tocar el suelo

"... hasta que al fin te encuentro
con la bata y sin nada
perversa como un cable
dentro de la bañera." 
Tito Muñoz


déjame ir un poco más allá, 
dame tu curva más cerrada,
la más mortal, 
la del acantilado,
ahí hay buenas vistas.
déjame ser el fruto maduro que cuelga de la rama
y arde en pleno agosto,
déjame explotar de dulzura antes de tocar el suelo.
antes de ser suelo

alguien me ama y alguien me destruye
cuando al terciopelo le salen espinas
ya no te sienta tan bien.
el tiempo clava sus espuelas
como dientes en el corazón
y sientes dientes apretando tu corazón
y una presa de silencio nace para contener el dolor
y el pasado es leche agria mientras aprendes a no mirar atrás

quién es el dueño de esta pared,
de este muro de lamentaciones que me recorre
que me rompe
que me agrieta
que ignora la estructura de la niña que aún me habita
que aún sabe llorar
que aún quiere reír
que aún quiere jugar contigo.
quién ha convertido el amor en un lodazal
en un campo después de la batalla
quién se ha entretenido inventando canciones
y juegos hechos para perder
para perderse

quién cree en las jaulas y en las peceras
en los adosados con jardín y en las personas

quién escucha el sonido de tu hebilla cada noche
y derrama sus besos en tu piel
quién se alimenta de tu sudor 
y tu nostalgia.

quién confundió el trapecio con el columpio
y quiso hacerse mayor tan rápido
que le sobró tiempo y ahora no deja de envejecer
quién ha hecho poupurri con mis alas
y apagó las luces rojas
quién hizo cojines con la tela de tus velas
y te arrancó la brisa de la mirada
quién lo llenó todo de andamios y domingos
prometiendo algo bonito
que nunca llegó a construirse

dime quién

martes, 2 de octubre de 2012

nostalgie de la boue - Jaime Gil de Biedma


n o s t a l g i a   d e l   b a r r o

 
Nuevas disposiciones de la noche,
sórdidos ejercicios al dictado, lecciones del deseo
que yo aprendí, pirata,
oh joven pirata de los ojos azules. 

En calles resonantes la oscuridad tenía
todavía la misma espesura total
que recuerdo en mi infancia.
Y dramáticas sombras, revestidas
con el prestigio de la prostitución,
a mi lado venían de un infierno
grasiento y sofocante como un cuarto de máquinas.

¡Largas últimas horas,
en mundos amueblados
con deslustrada loza sanitaria
y coronas manchadas de permanganato!
Como un operario que pule una pieza,
como un afilador,
fornicar poco a poco mordiéndose los labios.


Y sentirse morir por cada pelo
de gusto, y hacer daño.

La luz amarillenta, la escalera
estremecida toda de susurros, mis pasos,
eran aún una prolongación
que me exaltaba,
lo mismo que el olor en las manos
-o que al salir el frío de la madrugada, intenso
como el recuerdo de una sensación.

jueves, 20 de septiembre de 2012

en el camino - Jack Kerouac


" Pero entonces bailaban por las calles como peonzas enloquecidas, y yo vacilaba tras ellos como he estado haciendo toda mi vida, mientras sigo a la gente que me interesa, porque la única gente que me interesa es la que está loca, la gente que está loca por vivir, loca por hablar, loca por salvarse, con ganas de todo al mismo tiempo, la gente que nunca bosteza ni habla de lugares comunes, sino que arde, arde como fabulosos cohetes amarillos explotando igual que arañas entre las estrellas. "

martes, 18 de septiembre de 2012

constantes vitales o vitalidad constante






Quiero amarte a la japonesa, 
amarte mucho, 
no me des tregua, 
no me des domingos, 
ni descansos para fumar.


Alguien ha dado con el punto exacto en el que se siente el amor. Alguien ha dado con él y no nos lo dice. Lazarillo maquiavélico, lo ha llenado todo de pistas falsas y no somos pointers, somos simples y retorcidos humanos demasiado crédulos, esperanzados, estáticos y erráticos. Si tuviéramos alas en lugar de brazos, soñaríamos con darnos la mano. 
Unos creen sentirlo en los ojos, que se tornan mares calientes y rebosan sal, se desbordan, llenos de algo inconcreto que nos hace sentir más que bien, distintos. 
Otros sienten un niño travieso pellizcando el estómago en una mezcla de hambre, rabia dulce y ansiedad.
Los hay que tropiezan con todo, con manos enjabonadas a las que se les escurre cualquier cosa que no sea el amado, esos han abandonado el mundo como tal, han roto los volúmenes, viven en un desmayo y nuestra palma frente a sus ojos diciendo eo, estoy aquí, simplemente no existe. 
Algunos aman con el cerebro y han iniciado ese viaje del que no regresamos nunca, el viaje de los sueños y los planes, y digo no regresamos nunca ya que normalmente son en voz baja, para adentro y acaban abandonados porque en ocasiones se ha roto el juguete antes de sacarlo de la caja, venía defectuoso, dicen, no sé, tal vez le imaginábamos magia y al final el mismo desencanto. 
Otros lo sienten en las piernas en un cosquilleo delicioso, nunca un batallón de hormigas fue tan bienvenido en una suerte de incendio amado y algo más que creemos eterno: la inexplicable furia del deseo.

Es importante escucharse, buscárselo por dentro, ser como un coche que por el ruido del motor nos indica qué le pasa. Estamos vivos o eso gritan nuestras constantes vitales. Y cuando se alteran todas, temperatura, pulso, respiración y presión arterial, aunque no sepamos de dónde viene, aunque no lo ubiquemos, no estamos sólo vivos, hay algo más.

viernes, 3 de agosto de 2012

yo no soy la Maga




Yo no soy la Maga. Y no sé si pronuncias la “r” a la francesa. Y no hemos compartido travesía en el Conte Biacamano ni a pachas unos Gitanes ni agarrados un par de tangos. A veces da la sensación de que te hablo en lunfardo y no me entiendes pero hasta eso es bonito. Tal vez para ti no son importantes las casualidades. Tal vez yo no vaya por el mundo despeinada y con los zapatos rotos, y al igual que Cortázar tu coartada para verme debe comenzar por cerrar los ojos. Podríamos parar nuestros relojes o romperlos y tirarlos al mar, marcar las horas con nuestros latidos. Perder los paraguas y buscar la lluvia. Leernos la piel mientras te recreas en mis esquinas suave y fiero, cual cíclope enamorado. Movernos al compás de notas prohibidas, recorrer el París que albergamos dentro.  
No me has enseñado dónde empieza tu dolor, ni han chocado las copas, ni hemos brindado con nuestros cuerpos. Cacemos nuestros monstruos y alimentémoslos por la soledad que acecha. Rompamos la estructura que nos agrieta. Saltemos los peldaños de dos en dos, cual rayuela, esquivando algo que no sabemos qué es mientras me hablas de humedad, carne y emoción y yo lo quiero todo, mientras esta ansiedad nos muerde, mientras se pone el sol, mientras se pone la luna, mientras pasa una vida y tú te quedas dentro. Anclado, quieto.

martes, 22 de noviembre de 2011

el ángulo muerto



siempre hay uno, un ángulo muerto por el que acecha la desidia sin que me dé cuenta. siempre hay un martes triste y húmedo que no llega a ser poético, que no llega a ser abismo y en el que se huele la madrugada como una mala perra que me muerde. con la pena como una fuente de la que me harté de beber. estoy más que lejos para perturbar el orden de tu prosa. pensándote. mirando fotos de kertesz para acabar de arruinar la noche. inclinarlo todo hasta el extremo y partir el horizonte para acercarte es un maldito sueño. mis deseos como un ovillo eterno. me llueve por dentro. lento. muy lento.