malditos sean los curiosos y que los malditos sean curiosos:
la esencia de la poesía es una mezcla de insensatez y látigo...
....el gran Hank

domingo, 2 de diciembre de 2018

Mil domingos dilatados y el tapiz de mi piel en tus manos



Fuera de ese cuadro 
una muchacha sueña 
renacimientos atroces
Bolaño

Vengo tolerando mi absoluto desorden
como una ciudad que se reescribe paso a paso
callejones innombrables con su soportable maquillaje de claroscuros
luces que se funden en mitad de la palabra bisturí o picotazo
escenario que será siempre dinamitado

Hembra o laguna tutelando el precipicio que nazca tras la explosión
Antes que polvo, ser pólvora
y entonar a modo de salmo
1000 gritos que apaguen deseo contra el cuerpo
1000 gritos que enciendan deseo con el cuerpo

Vendimia y todo margen desbordado
Maremoto en la habitación
Intermitencia animal fauce/caricia
mientras me dejo ser labrada e impura
y no siempre descifrable

En el envés de los párpados
todos los versos que incineré en el frío
buscando el abrazo arborescente
que prenda y sofoque la emoción
de tus avalanchas

Para después ser, de nuevo, ese mapa hecho a mano,
aprendidos a oscuras o improvisados,
laberínticos y tabernarios
fabricando tanto nuestro spleen

como nuestra perdición.

sábado, 17 de noviembre de 2018

“Nunca morir sino ser infinito” - Gregory Corso

 



EL LAMENTO DE ZIZI


Estoy enamorado del mal de la risa
Me haría mucho bien si me diera
He vestido los espléndidos vestidos del Sudán
he cargado las magníficas halivas de los Hnos. Boudonin
he besado a las Fátimas cantadoras del padrote de Adén,
he escrito salmos gloriosos en el café de Hakhaliba,
pero nunca tuve el mal de la risa
entonces ¿de qué sirvo?
El gordo mercader me ofrece opio, kief, hachís,
incluso jugo de camello…
todo es insatisfactorio…
¡Oh maldita noche amarga! ¡Tú otra vez! ¿Aún debo
arrancarme los dientes irreales
desvestir mi ser incapaz de reír
poner a dormir esta cabeza melancólica?
No soy nada sin el mal de la risa.
Mi padre la tuvo, mi abuelo la tuvo;
seguramente mi Tío Fez la tendrá pero yo, yo
a quien le haría el mayor bien,
¿alguna vez la tendré?


HOLA…


Es desastroso ser un ciervo herido.
Soy el más herido, los lobos merodean,
y también tengo mis fallas.
¡Mi carne está atrapada en el Gancho Inevitable!
De niño vi muchas cosas que no quería ver.
¿Soy la persona que no quería ser?
¿Esa persona que habla consigo misma?
¿Esa persona de la que los vecinos se burlan?
¿Soy quien, sobre escalones del museo, duerme de costado?
¿Visto las ropas de alguien que falló?
¿Soy el tipo loco?
En la gran serenata de las cosas,
¿soy el pasaje más omitido?


TRES


1
El cantante callejero está enfermo
agachado junto al portal, se agarra el corazón.
Una canción menos en la noche ruidosa.


2
Del otro lado de la pared
el jardinero viejo planta sus tijeras de podar
Un nuevo joven
ha venido a cortar el seto


3
La Muerte llora porque la Muerte es humana
se pasa todo el día en una película cuando llora un niño.



TENGO 25


Con un amor una locura por Shelley
Chatterton Rimbaud
el ladrido-necesario de mi juventud
se ha ido de oreja a oreja:


¡ODIO A LOS POETAS VIEJOS!


Especialmente a los poetas viejos que se retraen
que consultan a otros poetas viejos
que hablan de su juventud en susurros,
dicen: -yo hice eso entonces
pero eso fue entonces
eso fue entonces
Oh yo calmaría a los viejos
les diría: -Soy tu amigo
lo que una vez fuiste, a través de mí
lo volverás a ser…
Luego de noche en la confianza de sus hogares
Arrancaría sus lenguas-apología
y robaría sus poemas.



EXTRAÑO A MIS QUERIDOS GATOS


Mis manos coloradas de agua están sin gatos ahora
aquí sentado solo en la oscuridad
mi cabeza conforma de ventana se inclina con tristes cortinas
Estoy sin gatos casi cerca de la muerte
Detrás de mí cuelga en la pared mi último gato
Muerto por mi mano hinchada de alcohol
Y en todas las otras paredes del ático al sótano
cuelga mi triste vida de gatos.


ANOCHE MANEJÉ UN AUTO


Anoche manejé un auto
sin saber manejar
sin tener un auto
Manejé y noqueé
a gente que amaba
…iba a 120 por el pueblo.
Me detuve en Hedgeville
y dormí en el asiento trasero

…emocionado por mi nueva vida.



martes, 6 de noviembre de 2018

La ofrenda y el fuego





Me tenso en los extremos  
que no vengo a negarme
sino a ser descarada
hasta que tus miradas me sepulten

Describir la raíz que me inunda
desde el dique que rompo
por el habito de libar herrumbre
grieta, noche
y ser hallazgo

Saliva o halo de luz
guía
sin más perfume que el de la carne
Una estirpe de intentos de caricias densas
con los que elevarse
y fabular el combate con uno mismo

Magia negra de aprenderse antes de tiempo
y darse ramas de sol
antes de llovernos
en los mataderos del deseo

Braceando en las dunas
pero ceñida por todos los mares
Yo quiero tocar la palabra por dentro
y ser la ofrenda y el fuego
Ser la nuca encañonada en cada vuelo
y estar muy vivos
Eternos y desconocidos
Desprotegerme habitando la incomodidad 
Tenerme en la ebriedad de las palabras
antes de la caída en picado

Sin mapas,
llegarse como único rito
cabalgar el dominio una vez
sin drama

como el que diluye el mármol con un susurro


viernes, 12 de octubre de 2018

Eivissa





Tinc la mar

tinc el foc

tinc el raïm

tinc la llenya

tinc la muntanya

tinc el cel

tinc el soroll

tinc la pau

tinc la cala

tinc el bosc

tinc el carrer

tinc la pluja el vent el Sol

tinc l'hort

tinc el sol post

tinc hippies i tinc pagesos
sóc hippy i sóc pagesa

tinc brases i tremolor

tinc animals

tinc salvatgisme

tinc la memòria

tinc la llum

tinc la foscor

tinc el record de la infantesa

tinc amor

tinc vida

i ganes de viure

gairebé ho tinc tot




lunes, 8 de octubre de 2018

la perrera
























Vine recortada,
tras la voladura,
matizada en sal,
dibujando una parábola kamikace,
-viento divino-
conducida extrema, por el ansia insobornable
de un arpón euforia que libé cual néctar
mientras habitaba un sueño de El Bosco.

Aullar y reptar y ser de agua y ser alada y ser incoherencia convencida.
Traerte todos mis ángulos y mis a solas
en un auxilio desde el fondo
y rumor de lo que hierve
y rubor de unas mejillas repletas de fiebre.
Internarse en lo tangible de unas caderas en movimiento.
Creciente, goteando deseo
y fabricar con el cuerpo
crestas de ola
nombres que se mojan
en estallidos de enjambres de caricias y aguijones,
que la vehemencia no es invisible
y no existe fórceps para el bolardo de la memoria

Bien cruda, directa a la descomposición
que se dé lugar en tu torso lanzadera
lamí tu cima
habitación o perrera, pero prendida en corales,
mujer como racimo que arde todos los agostos
y todos los meses son agosto.

El corazón de tu tiniebla
me tiene trepando tu aliento,
lejos del frío de las carnicerías,
hendida en el siroco de tu risa
esculpiendo victorias en nuestra carne,
tramo y me doblo
en tu semen
y te jalo
y buceas entre crines despuntadas y suaves.
Que manen todos los vinos
en improvisada etílica transfusión,
eres la quemadura, lo abrupto y el cráter en el corazón.

Cuerpo o amarre pero la punta de todo dolor.
La chance de los que no creen,
desembocadura de las manos y los labios,
crucero y hundimiento.
La bulla de las ganas aguardando a las puertas de un teatro
donde unos cuerpos y sus dulces distritos fabrican reyertas

en las que perder es vivir.

domingo, 30 de septiembre de 2018

soy turbia para que te adentres en mí




Cruzo mis ruinas azotadísima de resaca
con los muslos que tiemblan como perros viejos
entre relámpagos de fiebre y golpes de culata hechos con amor
derramo luces largas y palabras
manejando un cañón de humo a mi antojo

Con postales de la excitación, tramo un paisaje eléctrico
de la mujer que con caricias vienes arando
Reino desnudo el del lumpen de nuestras savias
Sólo soy una daga mojada en tu espuma
O viceversa
Unas caderas bien altas
Tú, catástrofe en las sienes,
cascada láudano de apuesta afilada
un barro chamánico que te chorrea nuca y espalda

Larvas de deseo de boca en boca
existir en la emergencia
de esta hembra zaherida, gitana, abanico de pestañas
con mi beso, bien denso
y el caudal de tu río, zarpazo fantástico

Mientras se aproxima un animal a la insensata
con tréboles de cuatro escamas
sé que ya dejé de construirme
ahora que me grite el cuerpo
que se gobierne solo
que se improvise
que se derrumbe
con el picotazo del brillo

llorando toda la energía que haga falta

jueves, 2 de agosto de 2018

decimonovena guerra mundial entre tú y yo





Estupefacción ante el milésimo sueño derramado entre las piernas
de esta isla y el vacío
Inauguren la reventa del dolor
en el perímetro del silencio
y goteando amor
como una presa reventada
una y otra vez

yo tropiezo en mis propios peldaños

Arde loca la distancia
con sentimiento vikingo o pirata o esquizo
Traigo mi propia selva
Obro mis milagros
Abro mares
y cato todos los vinos

Drena mi congoja
bebe profundo
mientras se afilan los deseos
en nuestros hígados adiestrados
raros & pélvicos
gestos de amor
que no vienen a llenar poemas

Trepo el cuerpo terremoto
Tiento y tiemblo
mientras me desbaratan melenas y carnes

(Me evaporo)

Animal hinchado de cartuchos de tinta
El corazón, un demente que siempre anda suelto
Y mojo tu yerba
Sodomizo tu cielo
Trago y enebro
tu sudor y tu pimienta
con el gesto sencillo de la que viene a por el goce

Me derrumbo en silencio
Sepultada la magia
quedan todas las espumas

Soy una emergencia
Eres un acantilado
con su mirador y su salto

Que no era reversible.
Vuélcame pero solo soy una
Suspirando por el pulso
y la grieta
mientras el interior de tu boca
muerde el riesgo de todas las caderas


domingo, 27 de mayo de 2018

un latido épico



Quise escribir uno de esos, cotidianos, que sacamos a veces.
De esos de ponerte a mirar alrededor. De los que parimos once mil al día.
Y empezaba con la señora que me acababa de cruzar
y que se rompió un tobillo delante de mí al salir del bar de Ady, la rumana,
y llamamos a la ambulancia y tardaba. Y aquel señor que no está bien -según dicen los que están genial- orinaba en la puerta de Tanit, la peluquera, mientras tanto. Y la señora del tobillo roto, que iba de luto perenne, lloraba porque le dolían otras cosas que en el parte médico llamarían tibia, peroné o astrágalo.
Pero luego, al teclear, se me cruzó el “nuestra raíz está hablando”, de MSP, y ya me detuve en la magia negra de tu sonrisa y en la extrema-unción que un buen día vinimos a darnos. Yo, la hija de la inglesa, ya hice lo que pude por un tobillo roto pero ahora me embiste la rabia atroz como si una fuga de la carne, tantísimamente sola e inventando palabras. Y anidar en tu cabeza era la mejor manera de estrellarme. Y prefiero sacar lo cotidiano que llevo dentro porque eso me sirve a mí aunque quede menos bonito, menos empático y solidario.

Y teniendo en cuenta eso que acabo de leer, de que tal vez ni el carbono 14 será capaz de reconstruir los hechos verdaderos, yo sí vengo con la intención de dejar constancia de la combustión constante de dos terrenos alejados. Terruños, dirían. Yo traje cepas y buen vino. Otros verdearon, ondeando sábanas que querían mojarse allende las venas. Las nubes fueron las mismas y las ganas se encajaron. Y yo, que te rindo tributo al alba de cada día nuevo que viene a desgastarme, te soy lo cotidiano, el verso tonto de la servilleta del café que te alegra o te deprime. La rama que te escupe las gotas de rocío en la ráfaga de viento. La parada de metro que te saltas por andar en las nubes. El café que se te queda tibio y aún así te gusta. O la boca que te exprime en mitad de la madrugada. Lo que quieras, quiero. Y fuerte.  

jueves, 3 de mayo de 2018

escríbeme frenético




Una escritura frenética
que no salga de la habitación,
mil quinientos poemas
como mil quinientos encuentros,
con eso la vida llenaría sus cuatro letras,
bien volteada, infinita, decadente y alucinada.

Siempre a la vanguardia
con esa arqueología lingual
-brava y loca-
que traigo para indagarte
como un misterio de carne.

Yo asumo al hombre entero
con todas las haches del hambre,
del horror, con los huecos y heridas,
las honduras y los hielos
y las hieles.

Armada de lírica,
como un hurón que invada tus madrigueras,
con las venas sublevadas,
bien en alto, 
coronando todos los subsuelos,
dejando que macere mi fiebre
como planta frondosa
en tu cabeza,
cuando la manoseas sin reloj,
mientras yo descubro la ayahuasca en tu entrepierna.

Tú y yo y nuestra propia teoría de cuerdas,
amplificando el sudor
y en la taquigrafía de los gemidos
que se agolpan
uno sobre/dentro del otro,
ahogándose en la bocanada
del impulso más violento,
encontrarle sinfonía al viento,
belleza al estruendo,
delicadeza al crujido
y razón a tener que arrancarnos el uno del otro.

Fecundar los ojos con poesía
y tramar el universo en cualquier calle,
mutar felina en lo más improbable
y dilatar el ocaso y la ocasión.

Que te traigo tres corazones como los pulpos,
la finta de la memoria
y así, con el poema,
hacer un alzado de fracaso,
tan hermoso y verdadero,
como el salto mortal que albergan nuestros cuerpos, 
cuando se anclan,
justo en el instante,
en el que tú tan temerario y yo tan ansiosa,
el mundo se nos volverá loco.




viernes, 13 de abril de 2018

la logística de lo que llaman más allá


                    ...vamos, yérguete de la silla, ponte guapa:
estamos convidados
a envejecer del todo, y a morir.

Félix Grande


*** 
Con las horas imposibles llené un espacio inadmisible dentro de mí.
Fui construyendo un vertedero con todo lo que no supe reciclar.
Aislé el momento enfermo para no tocarlo y mientras tanto, me tocaba
para olvidar y respirarte.

Quise borrar el resplandor y las franjas, 
baba de caracol, 
senderos de deseo,
imposible de amputar este amor tan grande y caníbal. 
Un amor que no sabe comportarse, ni piensa aprender ni vestirse nunca. 
Un amor en taparrabos. Que se pinta la boca y se encuentra el corazón en cada pliegue.

Un amor que agita los brazos y siempre trae hambre y belleza.

Yo desespero pero no grito. Es un huracán silencioso o mi piel un climalit.
Ocho octavas epatadas. Y la luz que asfixia. 
Quiero apilar mis caricias sobre tu tierra con la mirada como aderezo. 
Y mi cuello, 
cuando lo hiere tu lengua, 
llega hasta el infierno. 

Cancelen la distancia entre cuerpos, 
sorban mares y déjense peinar por el viento. 

No hay nada más hermoso que sentirse en otro cuerpo. 



martes, 20 de marzo de 2018

escorzo eterno




Leí Los milagros poéticos de san suicida y ya me desvestí en mezcal. Me quedé en huesos escribiendo en el suelo. La tele callada. La perra dormida. Podía escuchar el fuego. Quería enjuagarme con la tinta y sacar en cofradía los miedos, pasearlos por calles atestadas, rendir pleitesía para aprender su sabor poco a poco, más hondo y travieso. Así y que el apareamiento de la locura y el deseo fuera ya más que costumbre bruta. Un hallazgo. Algo compartido. Acérquense y vean, escuchen, echen fotos, cuelguen, compartan, aquí hay vida. Veneno y antídoto. Jerga de la carne. Hablen. Respírense cerca y echen fuego por las grietas. Tráiganme a san jorge. Incendio loco. Todos. Un perro, una luna y su mundo. Sazonados en llanto, tan hermosos. Todos. Salpicando en tu humo. Colchones llenos de poesía y miradas telescopio.

Mientras tú y yo en escorzo eterno.


Esquinar el dolor porque vengo a sobresaltarme en cada nudo doble, mientras exploro el corazón como si un planeta nuevo. O una supernova triste. Me da igual pero experimentar en el filo, y así alimentar la hoja. Todos. Vengo a derrocharme en el vaivén de la carne “como si le arrancara el esperma a una ola” que diría Papasquiaro. Pero no sofocar cuerpo a oscuras. Con santería recorrer tus cordilleras y desnudísima por dentro mojarte en adrenalina, usarnos en urgencia lubricada, sí, triturarnos en dulce y desfigurar la realidad en la barricada de nuestros cuerpos. 

Que vine a tatuarme tu sombra cuando duermes. 
Cepo de animal nocturno. 

El silencio ya es un himen. Que quieren romper. Todos. Que solo me/te entiendo en carne viva ensanchando las ganas y los más allá. Dilatando tu orilla y transpirando tu locura incubando orgasmos como una gata suave que arañe inesperada. Una balsa llena de vino, un nadar ciego en el otro. 

Que el vicio se cuenta en hectolitros, niebla pirata y eléctrica. 

Me inquieta la lengua del que no se llama poeta. Y me trepa la vértebra la sed difícil y guerrillera de lo inclasificable. De lo único. De lo infinito.


Del a solas.
Del sin todos.  


domingo, 25 de febrero de 2018

"haré oficio de esta casa de carne y mi manto de harapos lucirá como el sol"





Me gusta escribir fotos y echar poemas
roer la carne y mascar hueso
aprender a moverme como un animal nocturno que tiene querencia a la rueda
echarme encima de las luces

Los días buenos, como turistas accidentales que me atraviesan
dejando su rastro de carne tostada.
Después hallaré mi voz
en el crepitar de nuestros cuerpos cuando se amasan
y que mi pelo huela a romero
y tus manos a leña
y nuestro deseo
como un Alcatraz 2.0

Hay una rabia, llámala distancia,
que crece rápida y frondosa
como un bosque
y canciones, como cilicios,
con los que drogarse a solas
hasta reblandecer el uranio
el yunque
tu hierro

Y abatir al petirrojo en el cable

Nadie puede ordenar el relámpago
pero sí celebrar la grieta
y esa caravana gitana de ocasiones
arrastrando los pies
de la máscara del tiempo

Hacer cum laude
de la gramática de tu gemido
y cultivar tus caricias
grapa dulce
hoja verde
para todos los labios eléctricos
para todos mis labios eléctricos

Necesito la curiosidad de mi cuerpo.
El que se busca, se pretende.
Batir el record del propio arqueo,
medir temblor, medir sudor, medir olor

Esnifar existir

Miradas como lanzas
abarcar el momento estrecho
una cascabel entre los muslos
y el uni-verso como antídoto o coartada
clavar bien los dedos y clavar bien al hombre.

Hacer cueva en la noche 
dibujar la bomba y su aureola
acumular vidas
y que la palabra libere.
Latir barrocos. Lo sencillo para el beso.
Quiero deshacer nudos mientras me genero dudas.
Que le nazcan molinos al viento.

Serpentear loca con los ojos como vidrio

Y un poema en la garganta
y otro en el estómago
y otro en el espejo
y otro en el corazón
otro en la cabeza
otro en la entrepierna
y otro en la cama que dejamos huérfana y sucia y lejos
y otro que te jala la hoja

Que yo no voy a modificar la maravilla de amarte en crudo
que vine descalza a la corriente implorando lluvia



lunes, 12 de febrero de 2018

Trábame el corazón cuando estemos en lo alto


asúmanse o disuélvanse
hacia adentro o hacia fuera
pero hay que hacer algo con la escarcha de las palabras que no nacen
y el lirismo de los supermercados vacíos a las tres de la madrugada
y con la vida propia, que parece una forastera que aún no ha deshecho la maleta,
con ella también habrá que hablar.
Decirle que me descosí las vueltas del reloj
y repetí tu nombre tres veces ante el espejo, como la historia de Barker.
Y que con los rayos x de su mirada alguien me comió el corazón para devolverlo triturado, más desnudo y pobre que nunca.

Cuando escribir es una maniobra etílica siento que sirve. Cuando me tiendo sobre la hoja y me muevo con y en ella, y ya no sé quién mancha a quién, ni si alguien gobierna el movimiento, ni quién escribe sobre quién, ni dónde estamos, ni a qué nombre responder, o si yo en el vacío, o si el vacío en mí, entonces funciona, que se me desboque el pulso y el pelo y acabe todo en un tremendo feroz y decadente gemido-rugido, tan siglo XX, tan oh rabia, qué bien, que no me canso de sacarte, una y otra vez.
Y en cualquier parte, y en cualquier día, hora, minuto, cuerpo.  

Al final lo único que no caduca es el instante que tiembla. Un árbol perenne que abrazar cuando está oscuro, incluso a mediodía. 
Agua que solo hierve, desaparece. Habrá que quemar e ir sorbiendo.
Arando espaldas y empuñando sexos.
Escribir a mano para que duela el verbo.

La chica del telediario sonríe en mute a las 20:23. Sus gestos dibujan sus palabras. Si se tensiona, habla de algo doloroso, pero también podría estar gozando, porque el rostro del goce duele. Que ya sé que la felicidad es una anestesia.

[Y tu voz como un submarino que escucho cada noche
mientras se ensanchan las ausencias
y los sueños caen en barrena.

Aquí una y todas sus variantes.
Aquí yo, libando de mis sombras.
Perdiendo el control
tan suave y quieta por fuera

Artes de escaparatismo
un paratodalavida con mi absoluto desorden.

Si llegamos arriba, juntos, trábame el latido
que ya me hice el callejero del acantilado
yo sola].


Imágenes: Nicolas Gavino

https://www.instagram.com/nicolasgavino/?hl=es







lunes, 5 de febrero de 2018

Introducción al deterioro y la estampa que deja



digo turbulencia
para que agarre la casa entera
y digo romperse sin piedad
y echarse a perder
salvajemente
lejos de una tristeza moderata
como un fruto que se golpea solo
de no tocarse

que corra y se corra el tiempo
pero con nosotros.

haremos un engarce hermoso
de piernas largas
sin que me desmaquilles de explosión
-por favor-
ni un segundo

el bricolaje del verbo
y las manos artesanas
que la piel es pavimento
que se moja que arde se moldea se funde
agrieta aja erosiona muta 
y alberga la colisión

y yo relajo el corazón
al pensar en todas las calles 
en las que fui feliz
-coffeeshops balcones estaciones ascensores bañeras
sombras de verano habitaciones calas trenes-
infinidad de lugares
ráfaga
instantáneas del temblor

de todos los hoteles 
salí con bolsas llenas de alegría
de la que no se compra
y
con el cuerpo lleno de razones
abrazando el maremoto 
de los "después"
paridas todas las luces de lupanar
herramienta hermosa
boca, lupa
hecha para detonar tu cuerpo
acción-reacción
el momento convulso
que precede a la canallada
de la tierra que se descose
dentro del corazón

venir a enloquecer de vida
en una cama pequeña
en el instante minúsculo
con la palabra mota de polvo
que vuela entre la ventana 
y la luz

que soy una fetichista 
que se acaricia la memoria 
en cualquier rincón
la visto con medias, rímel
y la pongo a hervir 
hasta enloquecer de raíces
hundiendo codos y rodillas
ser un foulard de caricias
la maniobra perfecta
en mitad del atolladero
de días barco-mecedora de alcohol

y así libo de las grietas 
de mi catástrofe
y abdico en tu mentón
galopada a galopada
mientras arden los paisajes
y hago del poema, habitación.





Imagen: Daido Moriyama

jueves, 25 de enero de 2018

escribir será mi hierba




“el gusto está hecho
de mil aversiones”
Paul Valéry

A mí dame tus tachones
y no toques el desconchado de tu pared
que no solo hallo siluetas en las nubes
y reflejos bizarros en los charcos
y futuros en el poso del café

Mi perra necesita un baño
y yo el expolio de la pena.

También necesita comer hierba
para expurgar sus tripas
como yo, que me expurgo escribiendo.
Escribir será mi hierba.
A veces la tengo muy alta, casi laberíntica,
no me encuentro en ella.
y escribo, machete en mano, apretando la mandíbula
afinando la mirada, como si estuviera oscuro.

Otras veces uso las manos. Me gusta usar las manos. 
Así lo siento todo cerca. Y dentro.
Y estrecho y abierto a la vez.
Una expiación. Dilatar el momento, así, 
a dos manos. 
Y flotar en un fragmento roto. 
Tirar de lo deshilachado y confeccionar algo del fracaso.
No es fácil desengancharse de uno mismo 
así que declíname en boceto del desnudo de cuarto de hora 
y saca algo de la sombra. 
Sombra y sobra se parecen. Ambas quedan fuera del hambre.

Mi amor no es una variable así que construye un mirador en mi pelo
para el hampa de nuestros deseos y aquello de recrearse en lo obsceno.
Que el instante viene denso, late y puñe en el rácord de nuestras desmemorias.
Mía la rabia constelada que arde. Y el momento rasurado con calor.
Que ya sé que la raíz que hice en tu pecho era un relámpago de tierra roja.
Un anclaje nuevo en el corazón del barro.


No me hagas habitable que aquí dentro todo resiste aunque se acaben las noches.

domingo, 14 de enero de 2018

Cantar del alma (aunque es de noche) - San Juan de la Cruz





Que bien sé yo la fonte que mana y corre
aunque es de noche.

Aquella eterna fonte está ascondida,
que bien sé yo do tiene su manida,
aunque es de noche.

Su origen no lo sé, pues no le tiene,
mas sé que todo origen della viene,
aunque es de noche.

Sé que no puede ser cosa tan bella,
y que cielos y tierra beban della,
aunque es de noche.

Bien sé que suelo en ella no se halla,
y que ninguno puede vadealla,
aunque es de noche.

Su claridad nunca es escurecida,
y sé que toda luz della es venida,
aunque es de noche.

Sé ser tan caudalosas sus corrientes,
que infiernos, cielos riegan, y las gentes,
aunque es de noche.

El corriente que nace desta fuente
bien sé que es tan capaz y tan potente,
aunque es de noche.

El corriente que de estas dos procede
sé que ninguna de ellas le precede,
aunque es de noche.

Aquesta eterna fuente está escondida
en este vivo pan por darnos vida,
aunque es de noche.

Aquí se está llamando a las criaturas
porque desta agua se harten aunque a oscuras,
porque es de noche.

Aquesta viva fuente que deseo
en este pan de vida yo la veo,
aunque es de noche.