malditos sean los curiosos y que los malditos sean curiosos:
la esencia de la poesía es una mezcla de insensatez y látigo...
....el gran Hank

Mostrando entradas con la etiqueta Oscar Hahn. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Oscar Hahn. Mostrar todas las entradas

viernes, 12 de octubre de 2012

pena de muerte - Oscar Hahn


Lo peor es despertarse por la mañana
pensando que ahora nada puede ser igual
y hay que levantarse y ducharse
y preparar el café como siempre
y partir al trabajo como siempre
como si no hubiera pasado nada
aunque ha pasado todo
pasó se acabó llegó a su fin
"es mejor así"
y caminas por la calle como un sonámbulo
chocando con los transeúntes
con los vendedores de diarios
y te sientas en un banco de piedra
sin saber si estás vivo o muerto
da lo mismo
porque la muerte también puede ser
una mesa en un bar dos martinis secos
y un par de labios rojos
pronunciando palabras
que caen como guillotinas

domingo, 30 de octubre de 2011

En una estación de metro - Oscar Hahn




Desventurados los que divisaron

a una muchacha en el Metro


y se enamoraron de golpe

y la siguieron enloquecidos


y la perdieron para siempre entre la multitud.


Porque ellos serán condenados

a vagar sin rumbo por la estaciones


y a llorar con las canciones de amor

que los músicos ambulantes entonan en los túneles.


Y quizás el amor no es más que eso:


una mujer o un hombre que desciende de un carro

en cualquier estación del Metro


y resplandece unos segundos

y se pierde en la noche sin nombre.

jueves, 27 de octubre de 2011

Pena de muerte - Oscar Hahn


Lo peor es despertarse por la mañana
pensando que ahora nada puede ser igual
y hay que levantarse y ducharse
y preparar el café como siempre
y partir al trabajo como siempre
como si no hubiera pasado nada
aunque ha pasado todo
pasó se acabó llegó a su fin
"es mejor así"
y caminas por la calle como un sonámbulo
chocando con los transeúntes
con los vendedores de diarios
y te sientas en un banco de piedra
sin saber si estás vivo o muerto
da lo mismo
porque la muerte también puede ser
una mesa en un bar dos martinis secos
y un par de labios rojos
pronunciando palabras
que caen como guillotinas