Tú me quieres así, yo digo: «sea»
y nos navega el cielo por el fondo.
y nos navega el cielo por el fondo.
C.Lagos
Un poema inútil, rezagado, de esos que tilda la crueldad de perdedor. El que purga con exacto dolor desde nuestros epicentros incendiados de nada.
Un poema invisible, en el rincón, oscurecido a pesar de la
luz de mil mañanas.
Enterrado junto al rosal. Uno que no sabe ni dónde va ni de dónde viene.
Trae pequeñas alegrías en las arrugas de la ropa como restos
de triste lluvia que no cala. Trae manos calientes para todos los fríos. Pero
nadie repara.
Está gritando vida en mute. Conoce el éxtasis de la palabra precisa que
perfora el vientre. El poema que es búsqueda y mudanza. Con el verso abierto en
carne viva.
Sutura, remo, cielo que caiga. Conjugado en susurros imperdonables. Confunde la estructura del tiempo con el agua
que soy. La costumbre del vértigo y el pudor de los saltos. Cuando nadie nos
sabe equilibristas errados. Se emborrona
el intento. Garabato delicioso en la
piel que se piensa. Masturbarnos la intemperie el uno al otro y que a nadie le
resulte hermoso. No tengo el poema. Me
despeño en silencio ante el mundo.
Tiemblo bienherida pero tan a solas. No me salvo de ti. Me estremece tu noche y tu vinilo dando
vueltas. Esa aguja me tatúa la distancia en el esternón. No te escucho
tarareando. Se consuma el no delirio de
otra noche sin tocarnos los fondos. Otro hachazo de no vida para el tronco de
casi cuarenta anillos. No soporto el lenguaje sin tu olor. Presagio bosques y desorientación. Acepto mi
poema-ladrido por desolado. No inunda tu noche pero desahoga. Tropieza. Rompe.
Agrieta. Gime. Me tiento el corazón bajo las sábanas. No sirve, apenas calma,
embrutece la herida si acaso. Amplia el contorno de la soledad por su impúdico
eco.
Tréboles encendidos. Triste
encierro del amor. Poema metáfora del daño cuando se dilata. Poema inútil que
no dice nada aunque venga tan lleno de
mí.
http://inne.day-lab.com/photo.html