malditos sean los curiosos y que los malditos sean curiosos:
la esencia de la poesía es una mezcla de insensatez y látigo...
....el gran Hank

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domingo, 13 de enero de 2013

es hermosa aunque traiga anzuelos





“téntame suave, pero téntame.
si el burladero son tus brazos,
siempre tendré miedo"



Así, desmedido, desmadejas el deseo.
Aferrarse es querer algo
y eso hago, mientras me haces.


Aquí, donde se me dobla el amor,
donde me duele como un flato
porque me rompes la respiración,
aquí vivo
y desfallezco
dulcemente insana.


en standby eterno de calma desgarrada,
como una brasa que nunca se apaga.
La amenaza del horizonte que no se rompe
y es delicada y debe existir
le da sentido a las palabras viejas,
que en tu boca saben distintas,
que en mi boca son cantos.


Cuando se afila la noche
brilla lo que no veíamos,
hasta la mugre es hermosa y comestible
aunque traiga anzuelos
y así la pena reposa mientras yo le echo grados.


Porque sí, hay otro odio
el odio por los muros que nos desúnen
el odio por los mares que no se dejan nadar
y por los cielos altos,
y por las ciénagas sucias que en la mente albergamos
y que tanto, tanto, tanto amamos.


Cuánto te odio mi vida
te odio con el estómago
te odio con mis mejillas
con mis manos
con mis párpados
con mi diafragma
con mi sed 
con mi lengua 
con mi voz
con mi vientre
con mi parietal izquierdo
con TODO.


Desde lo más hondo y sagrado,
desde esa isla que llevo dentro a la que sólo llegan náufragos,
desde los recovecos que aún no te sabes,
desde la mañana
partiendo la tarde
rayando las noches.


Así te odio
demoliendo la belleza a machetazos,
cavándole fosas a la alegría,
hundiendo las uñas en la esperanza,
desfigurándolo todo
como si fuera un lodo de hace mil años
y tú mi lluvia sucia.
Así te odio
en noches que se estrellan en almas vacías
que suenan a lata,
que agonizan en cunetas,
en noches de tragar arena hasta apagarse,
noches para quemar heridas,
para morder cuchillos
y desafiar a la vida


Destrozo los versos que me regalas
y me hago torniquetes con ellos
ya que aquí donde me ves,
soy el herido invisible
porque todo se me derrama por dentro.


Cuánto te odio
cuánto te estoy odiando
y cuánto te voy a odiar.