malditos sean los curiosos y que los malditos sean curiosos:
la esencia de la poesía es una mezcla de insensatez y látigo...
....el gran Hank
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miércoles, 30 de octubre de 2013
lo que esperamos - Oliverio Girondo
Tardará, tardará.
Ya sé que todavía
los émbolos,
la usura,
el sudor,
las bobinas
seguirán produciendo,
al por mayor,
en serie,
iniquidad,
ayuno,
rencor,
desesperanza;
para que las lombrices con huecos portasenos,
las vacas de embajada,
los viejos paquidermos de esfínteres crinudos,
se sacien de adulterios,
de hastío,
de diamantes,
de caviar,
de remedios.
Ya sé que todavía pasarán muchos años
para que estos crustáceos
del asfalto
y la mugre
se limpien la cabeza,
se alejen de la envidia,
no idolatren la saña,
no adoren la impostura,
y abandonen su costra
de opresión,
de ceguera,
de mezquindad.
Pero, quizás, un día,
antes de que la tierra se canse de atraernos
y brindarnos su seno,
el cerebro les sirva para sentirse humanos,
ser hombres,
ser mujeres,
-no cajas de caudales,
ni perchas desoladas-,
someter a las ruedas,
impedir que nos maten,
comprobar que la vida se arranca y despedaza
los chalecos de fuerza de todos los sistemas;
y descubrir, de nuevo, que todas las riquezas
se encuentran en nosotros y no bajo la tierra.
Y entonces...
¡Ah!, ese día
abriremos los brazos
sin temer que el instinto nos muerda los garrones,
ni recelar de todo,
hasta de nuestra sombra;
y seremos capaces de acercarnos al pasto,
a la noche,
a los ríos,
sin rubor,
mansamente,
con las pupilas claras,
con las manos tranquilas;
y usaremos palabras sustanciosas,
auténticas;
no como esos vocablos erizados de inquina
que babean las hienas al instarnos al odio,
ni aquellos que se asfixian
en estrofas de almíbar
y fustigada clara de huevo corrompido;
sino palabras simples,
de arroyo,
de raíces,
que en vez de separarnos
nos acerquen un poco;
o mejor todavía
guardaremos silencio
para tomar el pulso a todo lo que existe
y vivir el milagro de cuanto nos rodea,
mientras alguien nos diga,
con una voz de roble,
lo que desde hace siglos
esperamos en vano.
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Beatriz Manchas de tinta,
Oliverio Girondo
martes, 30 de abril de 2013
donde eres cumbre
donde
eres cumbre y mi piel pergamino que te habla,
mientras trato
de no arder en gritos hacia dentro
y evito
el río que nace para desbordarse en las bocas.
nos basta
el argumento de la carne -pienso-
para hacer hervir tu sangre y la mía
en esta
arritmia de líneas que rompen las tardes
cuando se
me dobla por dentro la calma
y todo me
llega con furia, ahí, suspendo mi sucia respiración
me sujeto
al eco de tus silencios
y maúlla
el gato como mi orgasmo
mientras hago
salvación de la locura,
mientras intento evitarme,
mientras lo más hermoso es morirse de vida.
no hay
dolores artificiales –me digo- cuando sigo temblando.
porque no hay ficción en el latido de la carne.
forjada en
la lágrima seca, drenando sentimientos que crecen sin estribos
duele la
estridencia de mi equilibrio como el despecho del que maquilla su herida.
desde la
tumba de nuestras noches, imploro y juro que sólo creo en el cielo de tu boca.
y si me deshaces en harapos
y me astillas el alma para que la sienta de una vez por
todas
de mis grietas y suspiros manará el liquen
que nos vacíe y alimente.
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Beatriz Manchas de tinta,
mis desastres
miércoles, 13 de marzo de 2013
Rosario Castellanos
Matamos lo que amamos. Lo demás
no ha estado vivo nunca.
Ninguno está tan cerca. A ningún otro hiere
un olvido, una ausencia, a veces menos.
Matamos lo que amamos. ¡Que cese ya esta asfixia
de respirar con un pulmón ajeno!
El aire no es bastante
para los dos. Y no basta la tierra
para los cuerpos juntos
y la ración de la esperanza es poca
y el dolor no se puede compartir.
El hombre es animal de soledades,
ciervo con una flecha en el ijar
que huye y se desangra.
Ah, pero el odio, su fijeza insomne
de pupilas de vidrio; su actitud
que es a la vez reposo y amenaza.
El ciervo va a beber y en el agua aparece
el reflejo de un tigre.
El ciervo bebe el agua y la imagen. Se vuelve
-antes que lo devoren- (cómplice, fascinado)
igual a su enemigo.
Damos la vida sólo a lo que odiamos.
M e d i t a c i ó n e n e l u m b r a l
No, no es la solución
tirarse bajo un tren como la Ana de Tolstoy
ni apurar el arsénico de Madame Bovary
ni aguardar en los páramos de Ávila la visita
del ángel con venablo
antes de liarse el manto a la cabeza
y comenzar a actuar.
Ni concluir las leyes geométricas, contando
las vigas de la celda de castigo
como lo hizo Sor Juana. No es la solución
escribir, mientras llegan las visitas,
en la sala de estar de la familia Austen
ni encerrarse en el ático
de alguna residencia de la Nueva Inglaterra
y soñar, con la Biblia de los Dickinson,
debajo de una almohada de soltera.
Debe haber otro modo que no se llame Safo
ni Mesalina ni María Egipciaca
ni Magdalena ni Clemencia Isaura.
Otro modo de ser humano y libre.
Otro modo de ser.
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Rosario Castellanos,
Slot. K
viernes, 1 de marzo de 2013
de cuerdas en el abismo te imagino
muérdeme la carne de la
boca
y haz del gemido el latigazo en la voz
que de cuerdas en el
abismo te imagino
encajándome lentamente a tu temblor
hechos de travesuras para salvarnos
me sacas el llanto como el
que vacía un pozo
como el que recoge agua de
lluvia para el agosto
que luego son soles que se ensartan
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