malditos sean los curiosos y que los malditos sean curiosos:
la esencia de la poesía es una mezcla de insensatez y látigo...
....el gran Hank

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lunes, 2 de enero de 2017

John Berger, el espacio, el tiempo, la calma

 

Mi corazón nació desnudo

y fue envuelto en canciones de cuna.

Más tarde sólo llevó

poemas por ropa.

A modo de camisa

cubrían mi espalda

los poemas que había leído.

Así viví durante medio siglo

hasta que nos encontramos y no hubo necesidad de palabras.

Por la camisa colgada en el respaldo de la silla

sé esta noche

cuántos años

de aprender de memoria

te he esperado.







SOBRE UNA BAILARINA DE BRONCE DE DEGAS

Dices que la pierna sostiene al cuerpo
pero ¿no has visto nunca
la semilla en el tobillo
desde donde el cuerpo crece?

Dices (si eres constructor de puentes
que creo que eres) que cada pose
debe guardar su equilibrio natural
pero ¡nos has visto nunca
los tercos músculos de las bailarinas
mantener el suyo tan poco natural?

Dices (si eres tan racional
como yo espero que seas) que la evolución del bípedo
hace ya tiempo que concluyó
pero ¿no has visto nunca
ligeramente metido en la cadera
el signo milagroso aún
que predice la bifurcación de los cuerpos
veinte centímetros más abajo?

Contemplemos, pues, juntos
(los dos sabemos que
la luz es la mensajera
del espacio y el tiempo)
contemplemos esta figura
para verificar
yo mi diosa
y tú el esfuerzo.

Pensemos en términos de puentes.
Mira. la carretera de la pierna y la espalda
articulada a la cadera y el hombro
se sostiene firme en la palma del talón
como pilar una sola pierna
el muslo sobre la rodilla
un miembro en voladizo.

Pensemos en términos de puentes
en lo que antaño los hombres llamaron Leteo.
Mira: el cuerpo común que atravesamos
vulnerable, habitado, cálido
también aguanta.
Peso muerto, peso vivo
y resistencia aerodinámica lateral.

Dejemos así que el puente que esta bailarina nos tiende
soporte el peso de todos nuestros viejos prejuicios
verifiquemos pues de nuevo,
Tú mi diosa
y yo el esfuerzo.




PALABRAS II

La lengua
es la primera hoja del espinazo 
los bosques del lenguaje la circundan

como un topo
la lengua
escarba la tierra del discurso

Como un pájaro
la lengua
vuela en los arcos de la palabra escrita

La lengua está emplumada y sola en su boca



VIEJO POEMA DE AMOR


El heno
olía al amor
del cielo por la tierra.
Eras el dolor de mis costillas
que afligían
los carros aún por descargar.

Los muertos
ocupaban el umbral
con la vista tras ellos.
Eras la casa
la bujía bajo el ciruelo
y mi eternidad.


DISTANCIA


Llenaste los termos con café 
y empacaste nuestras huellas, por si hiciera falta
echárselas a las fauces de la nieve eterna
imposible de atestiguar.
Juntos, como carpinteros con sus martillos
le enseñamos a la distancia
cómo construir un techo
con los árboles
entre los que corremos.

En el silencio detrás
ya no escuchamos la pregunta
distante de la casa de verano:
Y mañana ¿dónde 
vamos a estar?

Al atardecer los perros con sus arneses temían
que el bosque no fuera a tener fin.
Y cada noche bajo la nieve
los calmamos con lo inesperado de nuestra risa.





viernes, 2 de noviembre de 2012

John Berger, de Páginas de la herida


S e p a r a c  i ó n

Nosotros con nuestro errático lenguaje
nosotros con nuestros acentos incorregibles
y otra palabra para leche
nosotros que llegamos en tren
y nos abrazamos en los andenes

nosotros y nuestros vagones
nosotros cuya voz en nuestra ausencia
está enmarcada en la pared de un dormitorio
nosotros que lo compartimos todo
y nada:

ese nada que dividimos en dos
y tragamos con un sorbo
de la única botella,
nosotros a quienes el cuco
enseñó a contar

¿Por qué moneda
han cambiado nuestro canto?
¿Qué sabemos de poesía
en nuestras camas solitarias?

Somos expertos en regalos
los envueltos
y los que se dejan subrepticiamente.

Antes de partir escondemos nuestros ojos nuestros pies
nuestras espaldas
lo que nos llevamos es para la rejilla de los equipajes.
Atrás dejamos nuestros ojos
en los marcos de las ventanas y en los espejos
nuestros pies atrás
en la alfombra junto a la cama
nuestras espaldas en la cal de las paredes
y en las puertas colgadas de los goznes.

La puerta cerrada detrás de nosotros
y el traqueteo de las ruedas del vagón.

También somos expertos en tomar.

Nos llevamos los aniversarios
la forma de una uña
el silencio de un niño dormido
el sabor de tu apio
y la palabra para leche.

¿Qué sabemos de poesía
en nuestras camas solitarias?

Vía única, empalmes y
Apeaderos
leen en alto para nosotros.
No existe poema con versos más largos
que las líneas que hemos cogido.
Como chalanes sabemos cómo
calcular la distancia en la boca
Y juzgar su dolor por los dientes.

 
Con mulas, a pie
en camiones y líneas aéreas
en nuestro corazón
lo llevamos todo,
cosechas, ataúdes, agua,
gasóleo, hidrógeno, carreteras,
las lilas florecidas y
la tierra apaleada en la fosa común.

Nosotros con nuestras malas noticias del extranjero
y otra palabra para leche

¿Qué sabemos de poesía
en nuestras camas solitarias?

Como las comadronas sabemos de
la preñez en las mujeres
y cómo dan a luz,
como eruditos sabemos
lo que hace temblar al lenguaje.

Nuestra carga.
La unión de lo que ha sido dividido
hace temblar al lenguaje.
A lo largo de milenios y de la calle del pueblo
por tundras y bosques
a través de adioses y puentes
hacia la ciudad de nuestro hijo
hemos de llevarlo todo.

Nosotros contenemos poesía
Como los trenes de mercancía del mundo
Transportan ganado.
Pronto los regarán
en las vías muertas