malditos sean los curiosos y que los malditos sean curiosos:
la esencia de la poesía es una mezcla de insensatez y látigo...
....el gran Hank
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miércoles, 26 de septiembre de 2012
el otoño - Javier Corcobado
El otoño ha llegado a mi corazón
con un siglo de retraso.
Tengo miedo de vivir, pero no estoy temblando.
El amor es un precioso lince disecado
Y me encuentro lejos de todo.
Mis hojas están muriendo y mis calles llorando.
Repito mis canciones de manera mecánica
como una caja de música barata
próxima a estropearse.
No soy oro ni basura ni espíritu ni humano.
Las chicas caminan sobre mí
con sus pantalones apretados.
Hay una floristería en llamas
y sus cristales estallan en sangre vegetal.
Estoy solo, nadie quiere visitarme.
Quisiera ser verano, primavera o mejor invierno
y así morir frío y tranquilo,
pero me he convertido en otoño
con los años, las enfermedades, los amores,
las juergas y la tristeza de no ser un niño siempre.
Etiquetas:
Javier Corcobado,
Neil Krug
viernes, 24 de agosto de 2012
Javier Corcobado
q u i e r o
quiero retorcer tus labios
hasta que tus ojos escupan lágrimas
que insulten te quiero.
quiero arañar tus pupilas
hasta que las huellas dactilares de mi pelo
sientan tu más suave caricia.
quiero meter un lobo
dentro de tu cuerpo y alma
para que la sangre que saboreo
sea el amo más envidiable
d o b l e m o r t a l
v a g a b u n d o
llevo años buscando
el pañuelo con el que limpiaste mi beso.
de papel, con el sello de tus labios rojos,
es.
quiero retorcer tus labios
hasta que tus ojos escupan lágrimas
que insulten te quiero.
quiero arañar tus pupilas
hasta que las huellas dactilares de mi pelo
sientan tu más suave caricia.
quiero meter un lobo
dentro de tu cuerpo y alma
para que la sangre que saboreo
sea el amo más envidiable
d o b l e m o r t a l
a veces la leucemia
se va a vivir a la sangre del dolor
y todos los días son agosto en martes.
la guerra nos mirará
con la calma de cuatro horizontes de guerra.
hermana tus brazos de bronce
dejaron cicatrices.
a veces la leucemia
se va a vivir a la sangre del dolor
y todos los días son agosto en martes.
voy a licuar mi alma dentro de ti,
en tu sauna oscura,
donde ahora sólo hay muerte
y después un poquito de vida.
se va a vivir a la sangre del dolor
y todos los días son agosto en martes.
la guerra nos mirará
con la calma de cuatro horizontes de guerra.
hermana tus brazos de bronce
dejaron cicatrices.
a veces la leucemia
se va a vivir a la sangre del dolor
y todos los días son agosto en martes.
voy a licuar mi alma dentro de ti,
en tu sauna oscura,
donde ahora sólo hay muerte
y después un poquito de vida.
v a g a b u n d o
llevo años buscando
el pañuelo con el que limpiaste mi beso.
de papel, con el sello de tus labios rojos,
es.
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Javier Corcobado,
Miroslav Tichý
lunes, 26 de abril de 2010
Otoño - Javier Corcobado
El otoño ha llegado a mi corazón
con un siglo de retraso.
Tengo miedo de vivir, pero no estoy temblando.
El amor es un precioso lince disecado
Y me encuentro lejos de todo.
Mis hojas están muriendo y mis calles llorando.
Repito mis canciones de manera mecánica
como una caja de música barata
próxima a estropearse.
No soy oro ni basura ni espíritu ni humano.
Las chicas caminan sobre mí
con sus pantalones apretados.
Hay una floristería en llamas
y sus cristales estallan en sangre vegetal.
Estoy solo, nadie quiere visitarme.
Quisiera ser verano, primavera o mejor invierno
y así morir frío y tranquilo,
pero me he convertido en otoño
con los años, las enfermedades, los amores,
las juergas y la tristeza de no ser un niño siempre.
con un siglo de retraso.
Tengo miedo de vivir, pero no estoy temblando.
El amor es un precioso lince disecado
Y me encuentro lejos de todo.
Mis hojas están muriendo y mis calles llorando.
Repito mis canciones de manera mecánica
como una caja de música barata
próxima a estropearse.
No soy oro ni basura ni espíritu ni humano.
Las chicas caminan sobre mí
con sus pantalones apretados.
Hay una floristería en llamas
y sus cristales estallan en sangre vegetal.
Estoy solo, nadie quiere visitarme.
Quisiera ser verano, primavera o mejor invierno
y así morir frío y tranquilo,
pero me he convertido en otoño
con los años, las enfermedades, los amores,
las juergas y la tristeza de no ser un niño siempre.
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