En el reverso de este momento
estamos tú y yo
cogidos de la entraña
llenos,
no hundidos y grises
dueños de nuestro albedrío
qué ser
imanes o polos opuestos
paseantes con hierba alta entre nuestros cuerpos
o labios que lamen la misma copa
a la misma hora
desertores de guerras ajenas
que pierden gozosos, algo sucios y alicaídos
pero muy juntos
casi metidos en la misma ropa
la vida es una tragaperras
y el daño siempre paga su precio,
los lugares comunes existen
no sólo en los poemas,
a pesar de todo
y los dos lo sabemos
la soledad tiene un largo lomo
que nadie quiere acariciar
y no cesa de aullar en nuestra puerta
raposa maldita y siempre sedienta
la rabia es un pura sangre
yo habito nuestros yacimientos,
te aviso,
desentierro nuestras noches
tomo el pulso al recuerdo
y te masajeo el corazón cuando no me ves
mis venas se trenzan a las tuyas
mi deseo es un manicomio
te he acolchado el mejor rincón
no hay lámparas en la piel de nuestros caminos
así que golpeados nos aprenderemos
tantas veces como haga falta
hasta que uno se rinda
los muros serán de lavanda
las sombras se lavarán a mano
un faro de aceite
y el derecho a cansarnos,
eso pediremos
y agua,
de la boca del otro
preñaremos el corazón de vicio
porque no sabemos hacer otra cosa.
yo traeré la piel untada en salitre
tú el alma herida en verde
nuestros manglares serán cobijo
pero nunca haremos noche en puerto
no queremos aprender nada de la quietud
que se desnude la calma
que nos muestre sus colmillos
que ya sabes que perfumé mi yugular
con el sudor de tu instinto.
Y mi Neil Young y su Words.....
leerte revive muertos y también desviste a la muerte con un cáliz de absenta, con unos brazos-madres que retuercen en la tripas lo que devuelve el poema cuando se marcha... "el derecho a cansarnos" me encantó eso
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