Me gusta escribir fotos
y echar poemas
roer la carne y mascar
hueso
aprender a moverme como
un animal nocturno que tiene querencia a la rueda
echarme encima de las
luces
Los días buenos, como
turistas accidentales que me atraviesan
dejando su rastro de
carne tostada.
Después hallaré mi voz
en el crepitar de
nuestros cuerpos cuando se amasan
y que mi pelo huela a
romero
y tus manos a leña
y nuestro deseo
como un Alcatraz 2.0
Hay una rabia, llámala
distancia,
que crece rápida y
frondosa
como un bosque
y canciones, como
cilicios,
con los que drogarse a
solas
hasta reblandecer el
uranio
el yunque
tu hierro
Y abatir al petirrojo
en el cable
Nadie puede ordenar el
relámpago
pero sí celebrar la
grieta
y esa caravana gitana
de ocasiones
arrastrando los pies
de la máscara del
tiempo
Hacer cum
laude
de la gramática de tu
gemido
y cultivar tus caricias
grapa dulce
hoja verde
para todos los labios
eléctricos
para todos mis labios
eléctricos
Necesito la curiosidad
de mi cuerpo.
El que se busca, se
pretende.
Batir el record del
propio arqueo,
medir temblor, medir
sudor, medir olor
Esnifar existir
Miradas como lanzas
abarcar el momento
estrecho
una cascabel entre los
muslos
y el uni-verso como
antídoto o coartada
clavar bien los dedos y
clavar bien al hombre.
Hacer cueva en la noche
dibujar la bomba y su aureola
acumular vidas
y que la palabra
libere.
Latir barrocos. Lo
sencillo para el beso.
Quiero deshacer nudos
mientras me genero dudas.
Que le nazcan molinos
al viento.
Serpentear loca con los
ojos como vidrio
Y un poema en la
garganta
y otro en el estómago
y otro en el espejo
y otro en el corazón
otro en la cabeza
otro en la entrepierna
y otro en la cama que dejamos huérfana y sucia y lejos
y otro que te jala la
hoja
Que yo no voy a
modificar la maravilla de amarte en crudo
que vine descalza a la
corriente implorando lluvia
No la modifiques: persistirá como maravilla igualmente
ResponderEliminarJoder, ¿no? Qué maravilla de grieta.
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