Con el calor que
usé, que me queda y me sostiene,
intento entender
por qué la pena es tan barroca
me viene cargada de
fauces, aguas sucias, petates llenos de rocas y sombras.
me temo a solas
cuando emanan de mí bardas escandalosamente verticales
y se me rompen los
tobillos
intentar domesticar
el instinto con olores dulces y puertas hermosas
fue en vano
fue como querer
cambiar un mar de sitio
como querer borrar
el éxtasis de la memoria
del cuerpo los
incendios como hijos bastardos devoradores de noches
y el cajón repleto
de placentas que albergaron y atestiguan el daño
como trenzar a las
llagas sendas de sal y soñar que no escueza el camino
absurdo
obscena confianza
la mía de vestirme de coraza
cuando la tormenta
me nace dentro
no es más tarde que
otras veces pero andas más cansado
y la piel se hizo
más fina con tanto golpe en los cantos de la vida
porque las mujeres
enloquecieron todas una tarde de julio
y nunca entendiste
con qué llama prendió el otoño para siempre
la soledad como un
hueso que te crece torcido en la entraña
y en mi pecho una
hojarasca que intenta aplacar la costumbre
de buscarte en los escaparates conmigo
y en el vientre
creciendo el enrejado de preguntas
panal que me
pervierte
no sé cuándo decidí
confesar mis escombros
no sé quién pretende
infestar mi mente de cielos lejanos
no sé de amores
estrangulados con manos que no sean mis manos
ni de los planes que
tus dioses tengan para conmigo
sólo sé que
construyen monstruos
seré una fanática
el día que busques
los trópicos de Miller en mi cuerpo
en esta lapidaria
tarde
de muro que se hace
muro
de verso cuchilla
que rima en mi boca
de ráfaga que cruza
ventanas cerradas
de mártires
amorosos y despreciables
aquí, casquivana a
solas con mi humorada
masticando el arte
del deterioro
me digo: laméntalo
si no sabes exprimir los días
laméntalo si no vas
a lamer todas las vías de tren
a naufragar en
todos los puertos
a llorar en todas
las camas
amanecer en todos
los cuadros
morder el percutor
de todos los desenfrenos
desdoblar cada
esquina que me aleja de mí misma
palidecer
desangrada chorreando vida por los cuatro costados
y hacer tuya y mía
la proeza de la satisfacción del cuerpo que atropella al propio cuerpo.
Sólo siento
ResponderEliminardesde la cornucopia mas torcida,
desde el contralúz mas sucio ,
que si fuera profeta asesinaría los epitafios
de estas tardes de pena y letra.
Un beso
inmensa miss, ainnnnsss,
ResponderEliminarlaméntalo si no sabes exprimir los días
laméntalo si no vas a lamer todas las vías de tren
a naufragar en todos los puertos
a llorar en todas las camas
un fuerte abrazo
Increíble, "... laméntalo si no vas a lamer todas vías del tren", hasta las muertas, precisamente porque nadie recuerda a qué lugar llevaban, precisamente por eso. Gracias.
ResponderEliminarsirves la cena en el lecho de una musa avara,
ResponderEliminarlos poetas dirán de ti que eres sabia, ella se limitará a sacarte de la cama a golpes de puntapié y desprecio.
muy buen poema miss.
julia...
ResponderEliminara muerte!
no
ResponderEliminartengo
palabras
si cada vez que venga,
encuentro apisonadoras así,
no podré irme..
increíble.
beso.
Un golpe bajo, de tanta verdad que dice...
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