The Lunatics left the Moon
(another kind of poetry)
Ella ha hurgado con fiereza y te ha mirado con luz. Cuando
clava sus puñales verdes, haciendo diana en tus pupilas, la llamas insensata y
la amas como nunca. Rara avis que olisquea tu
carroña y se entrega apasionada en vuelo picado. Lleva toda la vida buscando tu barro. Lleva
toda una vida limpia y armada de daño, preparada para esta embolia amorosa de lo inesperado. Así la encuentras, envuelta en su
sagrada violencia. Con sus uñas, arando en tu corazón. Es una redención que camina hacia ti con tacones y lascivia.
Es el relámpago que guardas en tu puño. Te estalla por dentro en susurros. Río
que nace para desbordarse en las bocas. Ráfaga que tumba bosques de rutina.
Lleva un gemido en sus ojos. Se alimenta de tus calles muertas y le basta el
argumento de la carne para hacer hervir tu sangre y la suya. Ser en la explosión.
Desde la tumba de nuestras noches -te grita- te
imploro, juro y demuestro que creo en el cielo de tu boca. Deshazme en harapos
y astíllame el alma para que la sienta de una vez por todas, que de mis grietas
y mis suspiros manará el liquen que te alimenta.
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